miércoles, 29 de diciembre de 2010

Espíritus libres, pura hipocresía

Más de una vez me he descrito como un espíritu libre.
"Espíritu libre".
Qué poético, no?
Abstracto.
Es cierto que lo soy, aunque sólo parcialmente.
No estoy ligada fuertemente a ninguna amistad, aunque dependo totalmente de mi otra mitad.
Él acapara toda mi alma, hasta el más mínimo rincón de mi corazón.
Los demás se encuentran tan sólo en la superficie.
"Espíritu libre".

Definitivamente, cada espíritu libre que vaga por el mundo es un espíritu herido, y lo sé por propia experiencia.
Son almas desgastadas por la experiencia, almas frágiles, que en un acto reflejo de pura auto protección implantan una especie de muro invisible entre ellos mismos y el resto del universo.
Un muro invisible de hormigón armado, para que nada les afecte, para que nada les desmorone.
Sin embargo, como toda gran construcción, tienen su pilar maestro, su talón de Aquiles, aquello a lo que entregan todo su ser, aquello que cubre sus más absolutas necesidades sentimentales, aquello que les completa.
No es un algo casual, ni mucho menos volátil.
Es algo que ha sido estudiado previamente a la perfección, algo que ha sido puesto a prueba, algo que se ha comprobado inofensivo.
A esa persona elegida le entregamos lo mejor de nosotros mismos, lo hacemos totalmente dependiente de nosotros, para que nunca escape, para que nunca quiera desaparecer.
La enamoramos locamente, hasta rozar el punto de lo peligroso, de la obsesión, hacemos que sea capaz de dar la vida por nosotros, que a penas tenga más vida fuera de nuestro universo.
Suena hasta perverso.

Culpa nuestra? Puede ser. O no.
Sinceramente, los "espíritus libres" no nacen, los hacen los de nuestro alrededor.
Espíritu libre?
Mentira.
Nadie lo es.
Cobardes, miedosos, heridos.
Eso es otra cosa, es la realidad.
Pero como siempre, la especie humana es especialista en encontrar eufemismos.

Viva la libertad.
La perversa y dolorosa libertad.



martes, 21 de diciembre de 2010

La más absoluta calma

Solía mirarse al espejo cada mañana, aún entre sueños y sin ganas de poner en orden aquella maraña de pelo.
Solía rebuscar en su armario cualquier camiseta, cualquier trapo fácil de poner, algo calentito capaz de aislarle de aquel mundo frío y estéril.
Solía salir de casa corriendo, ansiosa por llegar a aquella esquina. Por el camino, no podía evitar mirarse en los cristales de los coches escarchados y abandonados en un lado de la acera.
Miraba su perfil izquierdo, luego el derecho de reojo, y con cada cristal que dejaba atrás, iba aumentando su espanto: se avergonzaba de aquel aspecto.
¿Quién podría quererla así? ¿Quién caminaría a su lado sin avergonzarse? No podía continuar viviendo de aquella forma, tenía que cambiar desesperadamente.

Y entonces...
Entonces llegaba a aquella esquina, y allí estaba él, con sus ojos mágicos, su sonrisa dormida. Lentamente se acercaba a ella, y justo antes de besarla, le cogía suavemente de la barbilla, le miraba dulcemente a los ojos y le decía:

-Sabes? Hoy estás preciosa.

Después la besaba, hacía desaparecer su mundo, y sus problemas desaparecían hasta el día siguiente.
Y así era ella, y así era feliz.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Simple necesidad

Hoy...
Hoy necesito volar con un beso, sentirme viva, como si fuera la primera vez.
Es simple, pero no fácil.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Tú eres sensatez

-Sabes? Hacemos planes de futuro a cada segundo, y fuera el mundo grita! Somos jóvenes, más jóvenes de lo que seremos nunca, es la edad de volvernos locos, de cometer irresponsabilidades, de conocer a más de mil personas diferentes, de conocer más de mil maneras de besar! No sé, si seguimos juntos para siempre habrá mil cosas que nunca viviremos, que jamás podremos vivir, perderemos nuestra juventud.
Tú nunca tienes la sensación de que por esto tendrás que renunciar a tus sueños?

-Nunca. Yo antes de conocerte no tenía sueños, no lo entiendes? Mi único sueño eres tú, nuestra vida, nuestra casa, nuestros viajes, nuestros hijos, nosotros! No tengo nada más.
Sueños? Si claro, ya nunca podré ser atleta de élite, ganar millones por correr, o por jugar al fútbol! Pero eso no es nada, no es más que polvo, nunca fue mas que eso. Cosas que nunca podré hacer? Nunca podré entrarle a una chica, nunca sabré lo que es ir a una discoteca con mis amigos a ligar.
Y qué? Para qué lo necesito? No quiero otros besos que no sean los tuyos, no quiero que nadie más me toque si no eres tú.
Y tú? Cuáles son tus sueños?

-Yo? Yo quiero vivir en mil países diferentes: Londres, París, Nueva York... Quiero conocer su gente, quiero descubrir nuevas ciudades, y enamorarme de rincones que ahora mismo ni siquiera sé que existen. Y no sé, siempre pensé que mi vida sería como la de mi tía: viviría unos años en un país extranjero, allí me enamoraría, encontraría mi vida... Pero ahora no es así! Ahora quiero recorrer ciudades de tu mano, con un mapa para dos, leyendo mil guías de viajes en un tren a medianoche. Quiero que tengamos cien pisos distintos, y que después volvamos aquí y escojamos nuestra casa, que la pintemos juntos cuando esté vacía, cuando no tengamos más que un colchón.

-Y qué hay de malo en eso?

-Que tú nunca podrás salir de casa. Este es tu sitio, tu ciudad, donde te sientes cómodo, donde entiendes a la gente cuando te habla. Yo no podría pasar años en un país lejano a tu lado, sabiendo que tu no piensas mas que en volver a tu hogar, con tu familia, tus amigos, tu vida. Es un sueño que nunca podré cumplir.

-Pero no lo entiendes? Mi vida eres tú, mi vida, mi casa, mi hogar, todo eso está a tu lado. Me da igual si aquí, en una isla desierta o en la ciudad más abarrotada del mundo. 
Mientras llegue a mi casa después de trabajar y te encuentre a mi lado, mi vida será perfecta, yo seré feliz. 
Podremos vivir en cuantas ciudades quieras, y cuando nos cansemos de todo eso, volveremos aquí.
Elegiremos nuestra casa, la pintaremos juntos, nos pondremos perdidos de pintura, yo te pintaré la mejilla, y tú a mi la nariz y acabaremos echos polvo tumbados juntos en nuestro colchón. 
Aquí tendremos a nuestros hijos, les cuidaremos, se lo daremos todo, y después de todo eso, mi vida, después de todo eso nos sentaremos juntos en este mismo banco, y decidiremos cómo seguir.

domingo, 12 de diciembre de 2010

All you need is love

Se abrió la puerta, y allí estaba, al alcance de mi mano.
Simplemente alargué el brazo, extendí los dedos.
Tan sólo me limité a cogerlo:
Su corazón.
Felicidad en estado puro.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Spinning round and round

Yo creía que el mundo era una caja de sueños, una caja de esas que, al abrirlas, suena una musiquita simple, dulce y alegre, de esas en las que una bailarina inocente cobra vida al son de la música, dando vueltas sin parar, una tras otra, sin descanso, siempre sonriente.

Pero un día sin previo aviso, a la bailarina se le acabó la cuerda, dejó de bailar, la música cesó, y la caja se cerró con llave tragándose para si misma todos los sueños que podía imaginar.
Probé con todas las llaves que pude encontrar, incluso con aquellas que sabía eran demasiado grandes como para encajar. No dio resultado.


Sin embargo, durante una milésima de segundo un olor dulce, caliente, conocido, inundó mi habitación, un olor que alborotó hasta la más mínima fibra de mi ser, un olor que se apoderó de mi espíritu arrancándome la más profunda de las sonrisas.



Y entonces, la caja se abrió de nuevo, la música volvió a sonar, la bailarina siguió girando, y los sueños, otra vez al alcance de mi mano, a tan sólo un salto de distancia, y a veces, a simplemente una sonrisa.

Spinning round and round

Yo creía que el mundo era una caja de sueños, una caja de esas que, al abrirlas, suena una musiquita simple, dulce y alegre, de esas en las que una bailarina inocente cobra vida al son de la música, dando vueltas sin parar, una tras otra, sin descanso, siempre sonriente.

Pero un día sin previo aviso, a la bailarina se le acabó la cuerda, dejó de bailar, la música cesó, y la caja se cerró con llave tragándose para si misma todos los sueños que podía imaginar.
Probé con todas las llaves que pude encontrar, incluso con aquellas que sabía eran demasiado grandes como para encajar. No dio resultado.



Sin embargo, durante una milésima de segundo un olor dulce, caliente, conocido, inundó mi habitación, un olor que alborotó hasta la más mínima fibra de mi ser, un olor que se apoderó de mi espíritu arrancándome la más profunda de las sonrisas.


Y entonces, la caja se abrió de nuevo, la música volvió a sonar, la bailarina siguió girando, y los sueños, otra vez al alcance de mi mano, a tan sólo un salto de distancia, y a veces, a simplemente una sonrisa.

Dos puertas, una sola oportunidad

Puede el amor desaparecer de repente?
Evaporarse sin dejar rastro?
Dejar de existir sin más, dejando una total indiferencia ante los recuerdos que durante años han inundado tu memoria y te han hecho feliz durante innumerables días. semanas, meses.

Pueden escapar como por arte de magia esas mariposas que aparecían cada vez en el estómago ante su presencia, sus besos?
Puede ser que después de tanto tiempo el amor se desgaste de tanto usarlo?
Necesitar un cambio? Aunque eso signifique dejar de estar completa para estar completamente sola?

Decidme que no, que algo tan grande deja su huella para siempre marcada en el mundo, decidme que no puede escapar, que el amor verdadero puede ser para siempre.
Decidme que esto no es más que una mala racha, una intromisión indecente en nuestra felicidad, que todo esto son los efectos secundarios de un estrés fulminante, de que aparezca alguien diferente después de tanto tiempo acomodada sin líos extraños en la cabeza.
Necesito que me lo digáis, porque si no, estaría todo perdido, todo, y no soy de las que se conforman con la derrota.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Chin-Chin








Esta noche brindaré por tu egoísmo.
Hasta el lunes querido.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Extrañas sensaciones

¿Nunca os ha pasado que al pensar en vuestra vida es como si fuera una vida desconocida?
Como si no fueseis conscientes de ella, como si la vivierais sin prestar atención...
No sé si serán los exámenes, o tal vez una de esas revelaciones que cambian tu mundo para siempre, aunque claro está, siempre pueden ser tonterías mías...


P.D: Y pensar que mañana por fin recuperaré la mía...
Tal vez debería prestarle más atención de ahora en adelante.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lágrimas de cristal.


A veces, lo único que necesitas para recuperar el control de ti misma es llorar, romper lágrimas contra el suelo.
Aunque sea en el momento más inoportuno.

      
   Si lo necesitas,

Llora.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Debilidad.

Lo fácil siempre es quejarse, lo fácil siempre es decir: lo intenté, pudo conmigo.
De verdad lo has intentado? 
Miéntete a ti mismo si quieres, estás en tu derecho.
Eso es lo fácil.
Lo difícil es enfrentarte a la situación, coger fuerzas después de haberte caído y levantarte otra vez.
Es difícil sí, y tú, eres débil. 
Pero tranquilo, siempre podrás huir, tu especialidad.


Así

Fuerza bruta

Hoy le he visto como nunca antes pensé que podría verle.
Hoy le he visto enfadado, furioso, gritando, vociferando, golpeando contra todo cuanto encontraba a su paso.
Por supuesto, no contra mi, sino para defendernos, para defenderme, aunque más bien era a si mismo a quien protegía.
Era auténtica rabia, furia, pero sobre todo impotencia. 
Sus lágrimas salían de sus ojos venciendo toda la resistencia que era capaz de oponer, haciendo temblar su voz y su cuerpo.
Una batalla en la que él tendría que haber sido ganador, y que como por arte de magia acababa con todas sus defensas, dejando su parte más vulnerable a la vista, su único punto débil: yo.
Hoy se ha enfrentado a todo, se ha revelado contra las normas impuestas, simplemente para defenderme.
Eso debería ser un cumplido, tendría que sentirme halagada por ello, pero contra todo pronóstico me siento fatal.
Peor que nunca, tal vez.
Hoy he descubierto su lado oscuro, la bestia que es capaz de ocultarse bajo esa piel suave y cálida, detrás de unos ojos verdes capaces de iluminar.
En el fondo, tengo miedo.
Miedo de que un día saque toda esa fuerza contra mi, miedo a que salga la bestia si algún día decidiera dejarle, cosa que por otra parte, no tengo intención de hacer jamás.
Es escalofriante ese grado de bipolaridad extrema: verle transformado en un niño que busca consuelo bajo los pliegues de mi cuerpo, que besa cada centímetro de mi piel con la mayor ternura que he visto jamás, en aquel que llora de felicidad por verme allí en la cama junto a él, el que me mira a los ojos mientras me acaricia las mejillas. 
Y en menos de diez minutos, esa imagen ha desaparecido, engullida por un monstruo feroz, de fuerza descomunal.
Sé cuanto le dolería leer esto, y espero que jamás llegue a hacerlo, creo que no aguantaría que le viera capaz de hacerme daño, pero aun así, no puedo evitarlo.
 Una noche que empezó como una escapada del mundanal ruido y que ha acabado con gritos, golpes y ansiedad.
Y dentro de mi, un profundo malestar que dirige mis manos, tecleando cada letra que compone cada uno de mis pensamientos.

martes, 23 de noviembre de 2010

Payasas

Tacones de aguja, minifaldas elevadas a su mínima expresión, ojos ennegrecidos y escotes hasta el ombligo.
Sabéis lo que es un instituto, no?
Perdonadme por no ser como vosotras, simplemente os veo patéticas.
Yo iré con pelos de loca, pero al menos los llevo con dignidad ;).


P.D: Al menos, aprended a caminar.

domingo, 21 de noviembre de 2010

A PASEO

Das, das, das y das.
Desperdicias los mejores años de tu vida, inviertes tus tardes en ello, tus noches?
Y la recompensa?
En sólo una palabra:


FRUSTACIÓN

miércoles, 17 de noviembre de 2010

S.O.S!

Si alguien sabe si existen los borradores en blogger por favor que me lo diga, la siguiente entrega de placeres insospechados, borrada totalmente del mapa por un error del navegador.
Y prometía...
Frustación.

martes, 16 de noviembre de 2010

Mentiras

Fingir una sonrisa, una mirada de complicidad.
Fingir un gusto inexistente, una opinión afín.
Todo ello son mentiras.
Mentiras... Necesarias de algún modo.
Porque, si no mintiéramos, heriríamos a quienes más queremos, haríamos que aquellos de nuestro alrededor huyeran de las garras de nuestra cruel sinceridad.
Es mejor vivir en la mentira?
Cuántas de sus opiniones que crees conocer son verdad?
Son verdad sus sonrisas? Sus abrazos?
Sus miradas divertidas?
Son verdad sus piropos? Sus halagos?
Hay algo en nuestro pequeño mundo que sea realmente verdad?
Incógnita.
La verdad muchas veces es dura, así que, supongo que es más fácil mentir.
Total, quién va a enterarse?
No?


Os propongo un juego: inventad una mentira, la mentira más grande que podáis imaginar.
Escribidla en un papel, escribid debajo que es mentira.
Pensad en ella, asimiladla como verdad, olvidad todo lo anterior.
Luego, después de semanas creyendo en vuestra verdad, destapad el papel de nuevo.
¿Cómo os sentís?
Tristes? Decepcionados?
Nada más que decir.

domingo, 14 de noviembre de 2010

CERRADA?

Reconozco que no es fácil llegar a la gente escribiendo cuando en tu cabeza rondan mil ideas sobre mil y una cosas diferentes.
Se nota, y me lo hacéis notar.
Quizá cuando recupere mi vida, sea capaz de tocar vuestra fibra sensible.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Siéntelo

Cuando un impulso eléctrico recorre todo tu cuerpo, cuando una sola chispa desencadena el fuego en tu interior.
En ese mismo momento, simplemente cierra los ojos.
Déjate llevar.
Tiembla, estremécete.
Disfruta.
Es un placer momentáneo, pasajero, volátil tal vez, de esos que no te permiten abrir los ojos después.
Es más que sexo, es más que simple placer, es más que un juego.
Es amor.
No lo sientes?


lunes, 8 de noviembre de 2010

Esa conocida extraña del espejo...

Esta tarde me he quedado dormida, como más de una vez, después de comer, en mi cama, envuelta por la manta que lleva a mi lado desde hace tanto tiempo, que en ella dejaron de contarse los años.
Al despertar, me quedé sentada, envuelta aún por el leopardo que nunca existió, y observé mi reflejo en el espejo.
Simplemente no me reconocía.
Esa chica pelirroja, delgada, sentada de forma tan natural y que a la vez parecía la posición elegida por un experto fotógrafo.
Nada que ver con la chica de pintas raras con ojeras de no dormir, ni rastro de los sueños delirantes en los que un tal Platón pretende gobernar el mundo, la desaparición de un agobio andante que no tiene ni un minuto para pararse a mirarse en el espejo antes de salir medio corriendo cada mañana.
No, esa no era yo.
La que había en el espejo era mi otra parte, mi parte relajada, alegre, descansada, optimista, y con un atisbo de niñez, y un brillo en los ojos que dejan adivinar a esa niña de coletas naranjas que por Navidad quería un tractor amarillo.
En ese momento, simplemente he deseado que fuera así como el me ve cada día, cada vez que me dice que me ama, o cada tarde que me observa dormir.




Daría lo que fuera por ser ese reflejo, por ser esa imagen de mi misma,por serlo y por darla cada día del resto de mi vida a los demás.
Lo que fuera.
Y me encantaría poderlo dibujar.
Que cosa más tonta, no?

viernes, 5 de noviembre de 2010

Pura infidelidad

Tú, la que camina despreocupada por la vida, siéndote infiel a ti misma, imitando la vida de película americana que siempre quisiste llevar, pero que nunca ha sido tuya, y sabes que ni lo será.
Tú, que te juntas con ellas, porque te acercan a ese ideal que tanto ansias, tú, que desapruebas sus decisiones, sus comportamientos y que en ocasiones hasta te avergüenzas. Tú, que me confías tu verdadera opinión acerca suyo, tú que luego les miras con una sonrisa pintada en la cara y les confiesas tus falsos te quiero.


Tú, que estás con el porque desde hace años necesitas estar con alguien, tú que no le quieres, tú que ni si quiera le conoces.
Tú, que dañas al que verdaderamente te ama, al que persigues aun cuando el otro esta cerca, el que desespera por tus te quiero, y al que muere de rabia cada vez que os ve.


Tú, que malgastas tus noches en falsas fiestas, fiestas llenas de alcohol, tabaco, fiestas en las que todos ríen y se divierten, todos menos tú.
Tú que rechazas a los que siempre te divirtieron, a los que ríen descontroladamente y beben con control, tú que apenas te reconoces ya.


Tú que has cambiado tu vida, envolviéndote en una atmósfera ficticia, fingiendo ser una más, tú que echas de menos el cómo era todo antes.
Tú, que ahora empiezas a darte cuenta de tu error, tú, que eres demasiado orgullosa como para reconocerlo, tú, que mandas un S.O.S subliminal, a través de mensajes sin destinatario, que todo el mundo alcanza a ver, pero que sólo una persona se da por aludida.


Tú, que siempre lo has sabido: "Esque tía somos iguales." Tú, que ahora vives en otra esfera, tú, que ahora buscas la puerta por donde escapar, tú, que te alejaste de mí, tú, que cambiaste nuestra amistad por una vida prefabricada.


Tú, ahora te arrepientes.


Vuelve

sábado, 30 de octubre de 2010

VIVID! Aunque sólo sea un instante...

A veces, cuando crees que la vida puede contigo, lo mejor es desconectar de todo, volver a las viejas costumbres, tomarte un día para ti misma, relajarte y disfrutar, y quien sabe, hasta volverte a enamorar, más si cabe.
Al final del día, resulta que te encuentras a ti misma, que consigues echar a ese ser enfurruñado y cascarrabias que te invadía, que vuelves a sentirte una niña, que vuelves a reír y a sentirte bien.
Así que bien, por primera vez voy a permitirme el lujo de daros un consejo:


Cuando veáis que la vida os puede, que no sois los mismos, cuando os sentís al borde del abismo, dejadlo todo.
Aunque sea sólo por una tarde.
Volved a encontraros a vosotros mismos, recuperad aquello que os hacía tan felices, eso que en ese momento os falta.
No penséis más que en disfrutar de vuestro día, sentíos vivos.
Y cuando el día llegue a su fin, volved a la realidad.
Os plantearéis nuevos retos, lo veréis todo con una sonrisa, y lo más importante de todo: os sentiréis bien, recuperaréis vuestra felicidad.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Yellow...

Reconozco que estas últimas semanas no son sólo estrellas lo que pasa por mi cabeza.
Reconozco que hay cierto punto de tristeza, uno de agobio y otro de soledad.
Reconozco que me falta gente, gente con la que antes podía contar y de la que podía fiarme a ojos cerrados, gente que me ha fallado a más no poder y que ahora resultan  hasta extraños.
Reconozco también que toda esta situación me puede, que se han ido mi alegría y mi ilusión. Se cansaron de esperarme.
Es cierto que él me anima, que hace todo lo posible por llenar ese vacío, aunque creo que en el fondo sabe que no es suficiente. O tal vez no la sabe, sé disimular increíblemente bien. Pero no os equivoquéis, le amo a más no poder.
Lo único que me recuerda a mí antes de todo esto es simplemente esta canción, mi canción.
O por lo menos lo era...



lunes, 25 de octubre de 2010

HELP!

Empecé esto por uno de mis sueños: el de escribir, el de hacer sentir a los demás las emociones más inimaginables posibles.
Pues bien, he decidido empezar:
Empiezo nuevo blog, una historia que espero os enganche y os haga disfrutar lo inconfesable.
Se admiten propuestas, así que decidme como queréis que continúe la historia, entre todos podemos construir la mejor historia jamás contada.
Seguidlo si os gusta, y si creéis que puede gustar, pasadlo a los demás.
Os lo agradeceré enormemente.
El sitio:  http://placeresinsospechados.blogspot.com/
Un beso a todos, y sobre todo a aquellos que día a día me comentan, me animan y me dan su opinión sobre mis textos, no os imagináis lo que me ayuda saber que no hablo sola, que no escribo simplemente para mi.


Att: Miss Independent.


sábado, 23 de octubre de 2010

Missing my life.

Echo de menos mi vida.
La vida en la que yo decidía, en la que se alternaban placer y obligación, en la que los momentos de felicidad en estado puro eran el día a día.
La de ahora la gobiernan los libros, y los exámenes imponen su horario. La bioquímica restringe su libertad de salir y Platón le roba sus bañeras de espuma.
El número e me acosa, los Cien Mil Hijos de San Luis intentan protegerme, pero no son suficientes, y las leyes de la termodinámica son por las que se rige ahora mi corazón.
El inglés me arrebata los sábados, y no existe oración subordinada lo suficientemente exacta que exprese las ganas que tengo de ver otra vez el centro bañado por la luz del sol.
Y todo esto por un sueño.
Mi sueño me ha robado mi vida.
Era una vida sin excesos, sin emociones fuertes, sin líos de culebrón, pero era mi vida, y la echo de menos.


viernes, 22 de octubre de 2010

Un, dos, tres, el mundo al revés.

Un día de esos que sale al revés.
De esos que te quedas dormida, de esos que llegas tarde, de esos que te equivocas de metro, de los que te olvidas de las cosas.
De esos en que tus citas también llegan tarde, de los que te dan la sensación de tiempo perdido, de esos en los que tú misma te pierdes, y acabas en un lugar desconocido, ya al anochecer buscando como loca una parada de metro.
De esos en los que te sientes enfadada, en los que no te apetece hacer nada más, de los que quieres tumbarte en la cama y desvanecerte.
De esos que aun así tienes que estudiar hasta la noche.
De esos que te desesperas, y que rezas por que se acaben.
Y sobre todo, uno de esos días que te hace reír hasta caer rendida cuando dos semanas más tarde lo recuerdas.


Todo lo negro tiene una parte blanca, no?
Cosas del Karma, dicen.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Just me.

Me gusta mi pelo naranja, con sus rizos imposibles de controlar, su volumen descabellado, y su alisado fácil.
Me gustan mis ojos marrones, a veces negros a veces miel, me gusta cuando brillan y el contraste de su color con mis cejas anaranjadas.
Me gusta mi obligo, tan redondo, tan profundo, tan gracioso, para beber chupitos, dicen.
Me gustan mi música rock y alternativa, que mi canción favorita sea una que pocos conocen.
Me gustan sus letras en inglés y el acento de sus cantantes; tan dulce y tan canalla.
Odio la música electrónica, la estridente, la que no dice nada. 
Me pierden los hombres con traje, y simplemente con camisa, los ojos azules, los verdes, y los que cambian de color según su estado de ánimo, como los suyos.
Me gusta jugar a pensar de que color es cada nombre, el color de cada persona, su alma.
Me encantan los besos largos, dulces, de esos que te hacen desvanecer de este mundo.
Admiro el cielo. La Luna y las estrellas. A veces me gustaría ser una de ellas.
Amo la playa. Y el mar. 
Me pasaría horas perdida meciéndome entre las olas, o simplemente en una roca escuchando su sonido. 
Tan inmenso, tan misterioso...


Soy toda nostalgia, y alegría.
Me encanta tumbarme en mi cama a escuchar un nuevo CD, sobre todo cuando no sabía que existía y descubro que me encanta.
Me gustan las tardes de lluvia, y llegar mojada a todos lados.
Me gustan las noches de invierno, y sobre todo, me pirro por dormir con miles de sábanas y mantas sobre mi cuerpo desnudo. Es increíble el calorcito que sientes al despertar.
Si fuera un color sería el morado, el rojo, el naranja, el azul, el verde.
Y si tuviera que elegir un lugar donde vivir elegiría una gran ciudad, con playa, con sol, alegre.
Mi hija se llamará Luna, no sé, pero me encanta ese nombre.
Es mágico.
Me gustan tantas cosas que tantas personas no comprenden...
Eso me encanta.
Aunque me da pena...
Por ellos.
No saben lo que se pierden.

Alive.

Era una noche fría.
Envuelta entre mil mantas se debatía en el más profundo de los sueños.
Colores borrosos, figuras distorsionadas, destellos de luz.
No entendía nada de todo aquello, pero había algo que la hechizaba, que la mantenía dormida y no le permitía salir.
Empezó a escuchar una melodía alegre, como de otro mundo. Empezó a caminar por la oscuridad intentando alcanzarla.
Necesitaba alcanzarla.
Corría con todas sus fuerzas, no conseguía llegar.
Su corazón se aceleraba, sentía como un pánico horrible se apoderaba de su ser.
Entonces la melodía cesó.
Un gran destello de luz.
Mar, estrellas, lugares inexistentes, explosiones de color.
Alegría, dolor, tristeza, pánico, frío, calor, placer.
Blanco.
Silencio.
A lo lejos una figura que no conseguía divisar con claridad.
Le tendía la mano.
"Ven, despierta, ven conmigo."
Susurros estremecedores que retumbaban en su cabeza, haciendo eco en aquel incierto escenario, destrozando por completo su blanca perfección.
"Ven, tu puedes, sigue mi voz."
Corrió.
Pedazos de cielo rompían contra el suelo.
Cristales rotos, silencio estremecedor.
Tuvo la sensación de estar volando, huyendo del fin del mundo.
Podía ver su mano, tan cerca, tan real, solo tenía que estirar un poco más el brazo.
Un segundo más y todo habría acabado.
Oscuridad.


-Seguiremos intentándolo, no te preocupes. Hoy hemos avanzado mucho, no pierdas la esperanza.
-Nunca lo haré. Me ha escuchado, estoy seguro. No ha llegado a tiempo. Pero despertará, me lo debe. Sabe que me lo debe.
-Eres consciente de que puede que al despertar no recuerde quien eres, verdad? Después de un accidente así y de un coma tan profundo no sabemos que puede ocurrir cuando despierte.
-Lo sé, pero sabrá quien soy. 
Ella aún me ama. Veo el amor en sus ojos. 
Aunque estén cerrados. 
Aunque estén en otro universo. 
Lo sé.



lunes, 18 de octubre de 2010

Regalos imprevistos.

Sabéis una cosa?
Es incríblemente curioso como cambian las cosas, las vueltas que da la vida.
Naces, creces, formas tu propia personalidad.
El tiempo pasa, y tú eres el mismo, pero y los que están a tu alrededor?
Pocas personas se mantienen.
Algunas de las que más querías son las que ahora menos soportas, y aquellas que nunca sospechaste que formarían parte de tu vida, son las que ahora la hacen girar.
Por qué?
Para ti sigues siendo la misma persona, son ellos los que fueron cambiando, los que iban trazando sus caminos cada vez más alejados del tuyo.
Ellos...
Ellos no piensan lo mismo, creen que te quedaste atrás, que te perdiste en algún punto del camino y ellos siguieron avanzando. 
No podían esperarte toda la vida.
Pero mientras estabas allí sola, y perdida, alguien te dio la mano.
Te cogió fuerte, para que no te perdieras, y te guió suavemente hacia donde él se dirigía.

Y desde ese momento, jamás te ha soltado.

Durante el camino, observaste de lejos a aquellos que en su día te dejaron atrás.
Los miraste desde lejos, sin que se dieran cuenta. 
Averiguaste los entresijos de sus vidas, sus nuevas personalidades, su nuevo entorno.
Después te miraste a ti, y te diste cuenta de, que mientras ellos seguían dando tumbos de un lado a otro, tu encontraste justamente lo que buscabas.
Mejor dicho, él te encontró a ti.
Casualidad? Imposible.
Y seguiste tu camino, como siempre de su mano, fuertemente agarrada, dándote cuenta una vez más, que el mundo te sonríe.
Eso sí, disimuladamente, para no despertar envidias. 

Simplemente espera. 
Cuando menos te lo esperes, tu regalo aparecerá.
Y será como por arte de magia.



domingo, 17 de octubre de 2010

Nunca.

Míralos, no son como tú.
¿No te das cuenta?
Lloras por su amistad,
deliras en sueños,
¿por qué?
¿por ser como ellos?


Cuando nadie parece entenderte, cuando parece que tu vida se agota, cuando parece que estás sola.
Nunca llores, nunca pierdas tu personalidad.
Ellos son copias, y tú, simplemente no eres una más.

Dentro de unos años, ellos no serán más que recuerdos.




viernes, 15 de octubre de 2010

Blanco y negro, raramente gris.

El corazón en la garganta, la peor sensación del mundo.
O por lo menos para mí.
Ansiedad, miedo, tristeza, todo junto y a la vez.
Miedo de perder, de que esa sensación de hablar contra una pared no cambie nunca.
Siempre los mismos problemas, siempre el mismo momento.
La misma explicación mil veces, y la misma respuesta de siempre.
Ningún acuerdo, ninguna solución. No hay interés común, no hay tregua.
Se puede vivir así toda la vida?
Porque no puedo vivir sin él.
Pero en eso no cambia.
Necesidad de estar sola, de no hablarle, de no escucharle, de no oír su voz.
Es un abismo, una espiral, un círculo cerrado, no consigues salir, empiezas en un punto y acabas en el mismo cuando llegas al final, y después vuelta a empezar otra vez.
Luego todo esto pasa, se olvida, y vuelvo a estar tan enamorada, pero odio este sentimiento.
Después vuelta a la felicidad de siempre...
Hasta la próxima.
Porque lo peor de toda esta situación es que sé que se volverá a repetir.
Es el problema de que sean los más mínimos detalles los que más feliz me hacen, y también los que peor me hacen sentir.
Para todo el mundo una tontería, una estupidez.
Para mí un vacío a mis pies.
Ultrasensibilidad, bipolaridad tal vez.



Ven, sígueme.

Dame la mano, déjate llevar.
Voy a hacerte reír, llorar de felicidad. 
Voy a hacerte saltar, gritar, sentir el mundo a tus pies.
Quiero que sientas la lluvia caer sobre ti, disfrutar de esa sensación, de la sensación de estar vivo.
Quiero que me mires con esos ojos verdes, que me demuestres todo tu amor en tan sólo una mirada.
Quiero que me digas unas palabras que me dejen sin aliento, unas palabras que recuerde toda la vida.
Ven conmigo, canta a voz en grito, baila abrazado a mí.
Saltemos en la cama cogidos de la mano, escuchemos música debajo de una sábana, como en otro mundo.
Déjame sentir el calor de tu piel, su olor, esa dulzura que desprende.
Deja que recorra tu cuerpo, hasta el rincón mas escondido, que bese hasta el último de tus lunares.
Déjame dormir sobre tu espalda, sabes que me encanta.
Susúrrame una canción al oído, aunque sea sólo la letra, te da vergüenza cantar.


Despiértame cada mañana con un beso en la mejilla, que lo primero que vea al abrir los ojos cada día, sea a tí abrazado a mi cintura.
Dime que me quieres mirándome a los ojos, acariciando mis mejillas.
Repíteme una vez más que quieres una vida conmigo.

Déjate fascinar con una canción, o con un simple sólo de guitarra.
Estremécete ante la inmensidad del universo al mirar la estrellas.
Ves la Luna? Nuestra Luna.
Dame la mano, déjate llevar, prometo hacerte feliz.
Simplemente, quédate conmigo.



jueves, 14 de octubre de 2010

Un año fantasma.

Recuerdo aquellas mañanas de sol en las que me levantaba con ánimos, alegría, encendía la radio y cantaba al ritmo de la primera canción que sonara.
Recuerdo que esa canción, aunque fuera una de mis odiadas, era la que me acompañaba después durante el resto del día.
Recuerdo sentirme llena de ilusión, con ganas de empaparme bajo la lluvia mientras llevaba el paraguas cerrado a mi lado en medio de un diluvio torrencial. Recuerdo cómo reía para mis adentros cada vez que todo el mundo caminaba en la misma dirección y yo iba en sentido opuesto.
Recuerdo aquellos días en los que el sueño podía conmigo en mitad de una clase de historia, cuando de repente un tigre en sueños se abalanzaba sobre mí, y daba un pequeño grito en medio de una clase inmersa en la Guerra Civil. Recuerdo las miradas divertidas, otras de extrañeza y sobre todo recuerdo el calor que aparecía en mis mejillas y que iba en aumento cada vez que alguien me lo mencionaba.

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Recuerdo mis tirantes rosas en aquella clase gris cubierta de chaquetas, el típico: ¿pero no tienes frío? y mis manos congeladas en contraste con mi cuerpo ardiente.
Recuerdo el calor que sentía por las mañanas después de dormir bajo cinco mantas durante toda la noche; ese calorcito que me tentaba a quedarme en la cama una hora más.
Recuerdo... Recuerdo tantas cosas...
Ahora es diferente.
Simplemente, no hay tiempo para disfutar, ni para reparar siquiera en los pequeños detalles, esos pequeños detalles que recuerdas cuando acaba el verano y te da una visión más optimista del otoño que comienza.
Ahora si pierdes un segundo, pierdes una tarde, un fin de semana, un mes, un año.
Es cuestión de concentración constante.
De agotamiento después.
Del agobio y el malestar que no te abandonan cuando por fin decides rendirte y salir a la calle.
El viento helado en tus mejillas contrasta con el empaquetamiento de tu cabeza, y te produce una sensación extraña.
Y justo en ese momento, en el que cierras los ojos para no desplomarte sobre el suelo, se escucha: la frase más simple, la más tonta, la más despistada, la más ingenua.
La que te salva del abismo, y te devuelve por una milésima de segundo de nuevo a la vida.
Vuelven las risas, la energía, la ilusión, las ganas de cantar, las de bailar bajo la lluvia, y hasta la semana siguiente, cuando ese momento se vuelva a repetir, volverás a estar muerta, sumida en un mundo que es tuyo pero que no lo es, pero al menos, sabes que volverás.
Y cinco minutos de vida son mejores que todos los años del mundo en muerte.