Muchas veces, hacemos lo que hacemos por obligación, decidimos nuestro futuro según sea lo más sensato, nos guiamos por la efectividad, lo práctico, lo seguro.
Los sueños donde quedan? Encerrados en el cajón de lo imposible, enmarañados junto a otros que no tuvimos el valor de perseguir.
Luego, vemos a otros que deciden seguir sueños para nosotros absurdos, los tachamos de locos, y hasta nos burlamos de ellos con frecuencia, no se, una fachada que encubre nuestra admiración, nuestra envidia, ese odio hacia nosotros mismos, esa maldita falta de valor.
Muy buena entrada, sí señora! La verdad es que llevaba un tiempo sin pasarme por aquí...!
ResponderEliminarDe verdad, nos tendríamos que dejar llevar más de vez en cuando por los sentimientos más que por la razón!
Un beso :)